domingo, 27 de octubre de 2013
TIPOS
DE ACOSO ESCOLAR E BULLYING
Los 8
tipos de bullying
1.
Bloqueo social (29,3%)
2.
Hostigamiento (20,9%)
3.
Manipulación (19,9%)
4.
Coacciones (17,4%)
5.
Exclusión social (16,0%)
6.
Intimidación (14,2%)
7.
Agresiones (13,0%)
8.
Amenazas (9,1%)
Bloqueo
social
Agrupa
las acciones de acoso escolar que buscan bloquear socialmente a la víctima.
Todas ellas buscan el aislamiento social y sumarginaciónimpuesta por estas conductas de
bloqueo.
Son
ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo, de hablar o comunicar con
otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues son indicadores que
apuntan un intento por parte de otros de quebrar lared social de apoyos del niño.
Se
incluye dentro de este grupo de acciones el meterse con la víctima para hacerle
llorar. Esta conducta busca presentar al niño socialmente, entre el grupo de
iguales, como alguien flojo, indigno, débil, indefenso, estúpido, llorica, etc.
El hacer llorar al niño desencadena socialmente en su entorno un fenómeno de estigmatización secundaria conocido como mecanismo de
chivo expiatorio. De todas las modalidades de acoso escolar es la más difícil
de combatir en la medida que es una actuación muy frecuentemente invisible y
que no deja huella. El propio niño no identifica más que el hecho de que nadie
le habla o de que nadie quiere estar con él o de que los demás le excluyen
sistemáticamente de los juegos.
Hostigamiento
Agrupa
aquellas conductas de acoso escolar que consisten en acciones de hostigamiento
y acoso psicológico que manifiestan desprecio, falta de respeto y
desconsideración por la dignidad del niño. El desprecio, el
odio, la ridiculización, la burla, el menosprecio, los motes, la crueldad, la
manifestación gestual del desprecio, la imitación burlesca son los indicadores
de esta escala.
Manipulación
social
Agrupa
aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen social
del niño y “envenenar” a otros contra él. Con ellas se trata de presentar una
imagen negativa, distorsionada y cargada negativamente de la víctima. Se cargan
las tintas contra todo cuanto hace o dice la víctima, o contra todo lo que no
ha dicho ni ha hecho. No importa lo que haga, todo es utilizado y sirve para
inducir el rechazo de otros. A causa de esta manipulación de la imagen social
de la víctima acosada, muchos otros niños se suman al grupo de acoso de manera
involuntaria, percibiendo que el acosado merece el acoso que recibe, incurriendo
en un mecanismo denominado “error básico de atribución”.
Coacción
Agrupa
aquellas conductas de acoso escolar que pretenden que la víctima realice
acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas quienes acosan al niño
pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total de su voluntad.
El
que la víctima haga esas cosas contra su voluntad proporciona a los que fuerzan
o tuercen esa voluntad diferentes beneficios, pero sobre todo poder social. Los
que acosan son percibidos como poderosos, sobre todo, por los demás que
presencian el doble agotamiento de la víctima. Con frecuencia las coacciones
implican que el niño sea víctima de vejaciones, abusos o conductas sexuales no
deseadas que debe silenciar por miedo a las represalias sobre sí o sobre sus
hermanos.
Exclusión
social
Agrupa
las conductas de acoso escolar que buscan excluir de la participación al niño
acosado. El “tú no”, es el centro de estas conductas con las que el grupo que
acosa segrega socialmente al niño. Al ningunearlo, tratarlo como si no
existiera, aislarlo, impedir su expresión, impedir su participación en juegos,
se produce el vacío social en su entorno.
Intimidación
Agrupa
aquellas conductas de acoso escolar que persiguen amilanar, amedrentar, apocar
o consumir emocionalmente al niño mediante una acción intimidatoria. Con ellas
quienes acosan buscan inducir el miedo en el niño. Sus indicadores son acciones
de intimidación, amenaza, hostigamiento físico intimidatorio, acoso a la salida
del centro escolar.
Amenaza
a la integridad
Agrupa
las conductas de acoso escolar que buscan amilanar mediante las amenazas contra
la integridad física del niño o de su familia, o mediante la extorsión.
GENERALIDADES ACERCA DEL BULLYING
Es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido
entre escolares de
forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadística mente, el tipo
de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y
patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar
suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia(12-14
años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de
víctimas.
El acoso escolar es una forma característica y extrema de violencia escolar.
El acoso escolar es una especie de tortura, metódica y sistemática, en
la que el agresor sume a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia
o la complicidad de otros compañeros.
Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una
reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un
abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta
fortaleza real o percibida subjetiva mente que aquella. El sujeto maltratado
queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto mal-tratador
generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas
no formen parte del diagnóstico); es común
que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se
muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos
casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e
incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las
personas sin limitación de edad.
OBJETIVOS
El objetivo de la práctica del acoso escolar es intimidar, apocar,
reducir, someter, aplanar, amedrentar y consumir, emocional e intelectualmente,
a la víctima, con vistas a obtener algún resultado favorable para quienes
acosan o satisfacer una necesidad imperiosa de dominar, someter, agredir, y
destruir a los demás que pueden presentar los acosadores como un patrón
predominante de relación social con los demás.
En ocasiones, el niño que desarrolla conductas de hostigamiento hacia
otros busca, mediante el método de «ensayo-error», obtener el reconocimiento y
la atención de los demás, de los que carece, llegando a aprender un modelo de
relación basado en la exclusión y el menosprecio de otros.
Con mucha frecuencia el niño o niña que acosa a otro compañero suele
estar rodeado muy rápidamente de una banda o grupo de acosadores que se suman
de manera unánime y gregaria al
comportamiento de hostigamiento contra la víctima. Ello es debido a la falta de
una autoridad exterior (por ejemplo, un profesor, un familiar, etc.) que
imponga límites a este tipo de conductas, proyectando el acosador principal una
imagen de líder sobre el resto de sus iguales seguidores.
A menudo la violencia encuentra una forma de canalizarse social-mente
materializándose en un mecanismo conocido de regulación de grupos en crisis: el
mecanismo del chivo expiatorio. Destruir
al que no es seguidor, al que se resiste, al diferente, al que sobresale
académica mente, al imbuido de férreos principios morales, etc.
CAUSAS
El agresor: características psicológicas y entorno familiar.
Aunque el acosador escolar no tiene por qué padecer ninguna enfermedad
mental o transtorno de la personalidad grave, presenta
normalmente algún tipo de psicopatologia.
Fundamentalmente, presenta ausencia de empatia y algún tipo de distorsión cognitiva.
La carencia de empatía explica su incapacidad para ponerse en el lugar
del acosado y ser insensible al sufrimiento de este.
La presencia de distorsiones cognitivas tienen que ver con el hecho de
que su interpretación de la realidad suele eludir la evidencia de los hechos y
suele comportar una delegación de responsabilidades en otras personas. Así,
normalmente responsabiliza de su acción acosadora a la víctima, que le habría
molestado o desafiado previamente, con lo que no refleja ningún tipo de
remordimiento respecto de su conducta (los datos indican que, aproximadamente,
un 70% de los acosadores responden a este perfil).
La psicología actual, por otra parte, identifica en los acosadores
escolares la existencia probable de una educación familiar permisiva que les
puede haber llevado a no interiorizar suficientemente bien el principio de
realidad: los derechos de uno deben armonizarse con los de los demás. La
consecuencia es la dificultad para ponerse en el lugar del otro por una
carencia de altruismo vinculada
a un ego que crece a costa de los demás, meros instrumentos a su servicio, y que
tiene un umbral de frustracion muy
bajo. Algunos autores denominan a este tipo de niño como niño tirano.
El niño mal educado en la familia probablemente reproducirá en la
escuela los hábitos adquiridos. Ni respetará, ni empatizará con los profesores,
ni con sus compañeros. Sus frustraciones quizá le lleven a elegir un cabeza de
turco. A menudo será aquel compañero que le haga patentes sus limitaciones y
carencias, o que, simplemente, le parezca vulnerable.
El entorno escolar
Se puede dar el caso de que la ausencia en clase (o, en general, en el
centro educativo) de un clima adecuado de convivencia pueda favorecer la
aparición del acoso escolar. La responsabilidad al respecto oscila entre la
figura de unos profesores que no han recibido una formación específica en
cuestiones de intermediación en situaciones escolares conflictiva, y la
disminución de su perfil de autoridad dentro de la sociedad actual.
La televisión
El mensaje implícito de determinados programas televisivos de consumo
frecuente entre adolescentes que exponen un modelo de proyecto vital que busca
la aspiración a todo sin renunciar a nada para conseguirlo, siempre y cuando
eso no signifique esforzarse o grandes trabajos, constituye otro factor de
riesgo para determinados individuos.
Los expertos han llegado también a la conclusión de que la violencia en
los medios de comunicación tiene efectos sobre la violencia real, sobre todo
entre niños.Se discute, no obstante, el tipo de efectos y su grado: si se da
una imitación indiscriminada, si se da un efecto insensibilizador, si se crea
una imagen de la realidad en la que se hiperboliza la incidencia de la
violencia, etc.
En conclusión la televisión con alto riesgo de violencia afecta a los
niños, en el sentido de querer y tratar ser como ellos ( tipos de modelo
prototipo).
Consecuencias
El acoso escolar al igual que otras formas de maltrato psicológicoproduce secuelas biológicas (expresión de genes) y
mentales. Especialistas del Centro de Estudios sobre el Estrés Humano (CSHS)
del Hospital Louis-H. Lafontaine de Canadá sugieren que las víctimas acosadas
son más vulnerables a padecer problemas mentales comotrastorno por estrés postraumático4 , depresión y
trastornos del ánimo a medida que envejecen.
Prevención
Se estima que la intervención simultánea sobre factores individuales,
familiares y socioculturales, es la única vía posible de prevención del acoso
escolar. La prevención se puede realizar en distintos niveles.
Una prevención primaria sería responsabilidad de los padres (apuesta por
una educación democrática y no autoritaria), de la sociedad en conjunto y de
los medios de comunicación (en forma de autorregulación respecto de
determinados contenidos).
Una prevención secundaria sería las medidas concretas sobre la población
de riesgo, esto es, los adolescentes (fundamentalmente, promover un cambio de
mentalidad respecto a la necesidad de denuncia de los casos de acoso escolar
aunque no sean víctimas de ellos), y sobre la población directamente vinculada
a esta, el profesorado (en forma de formación en habilidades adecuadas para la
prevención y resolución de conflictos escolares).
Por último, una prevención terciaria serían las medidas de ayuda a los
protagonistas de los casos de acoso escolar.
Resolución de conflictos
Pese a que la figura del acoso en general atiende a un concepto de
negación del conflicto al tratarse de un maltrato soterrado (incluso para la
víctima, pues a ella le declaran la guerra en secreto, nunca abiertamente), tal
vez podría hablarse de conflicto para
simplificar el acercamiento a la materia. Y es que el conflicto forma parte de
la vida y es un motor de progreso, pero en determinadas condiciones puede
conducir a la violencia. Para mejorar la convivencia educativa y prevenir la
violencia, es preciso enseñar a resolver conflictos de forma constructiva; es
decir, pensando, dialogando y negociando. Un posible método de resolución de
conflictos se desarrolla en los siguientes pasos:
Definir adecuadamente el conflicto.
Establecer cuáles son los objetivos y ordenarlos según su importancia.
Diseñar las posibles soluciones al conflicto.
Elegir la solución que se considere mejor y elaborar un plan para
llevarla a cabo.
Llevar a la práctica la solución elegida.
Valorar los resultados obtenidos y, si no son los deseados, repetir todo
el procedimiento para tratar de mejorarlos.
Una buena idea puede ser la de ir escribiendo las distintas fases del
proceso, para facilitar su realización. En los programas de prevención de la
violencia escolar que se están desarrollando en los últimos tiempos, se
incluyen la mediación y la negociación como métodos de resolución de conflictos
sin violencia.
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